Si eres de los aventureros que no temen adentrarse por las más áridas y deshabitadas zonas de La Tierra, quizás esta sea la ruta que debes preparar. Pero antes de que os decidáis, os dejamos algunas curiosidades de esta fantástica ruta.

Os hemos hablado de rutas míticas que se reparten a lo largo y ancho del mundo. Quizás una de las más conocidas y más relatada es la Ruta 66 en Estados Unidos y otra es nuestro emblemático camino de Santiago, que miles de personas de todas partes del mundo realizan cada año… Pero existen otras, también deseadas y, quizás, algo más desconocidas. Una de ellas es la que os presentamos hoy: La ruta Transiberiana.

Después de 13 años de duro trabajo en 1904 quedó inaugurada la línea de ferrocarril más larga del mundo, con una extensión de 9.300 kilómetros. Los huéspedes del histórico tren podrán viajar, de manera ininterrumpida desde la capital rusa, Moscú, hasta la principal ciudad portuaria rusa de Vladivostok, cerca del océano Pacífico. La necesidad de Rusia de tener un punto de portuario en su país para la exportación y para prosperar en su economía hizo que se construyera la casi infinita ruta de ferrocarril. Los viajeros del Transiberiano atravesarán Rusia bordeando países como Kazajistán, Mongolia y China hasta llegar a Vladivostok; en la Rusia Oriental y bañada por las aguas del mar de Japón.

Quienes se decidan por este apasionante trayecto deberán contar con siete días y sus seis noches para completar el viaje y, como es lógico debido a la extensión del gigante soviético, tener a punto sus relojes ya que tendrán que cambiar de hora hasta en ocho ocasiones.

A pesar de su antigüedad y de los motivos que llevaron a su construcción la ruta Transiberiana de ferrocarril sigue siendo la vía de comunicación más importante de Rusia, al punto que aproximadamente 30% de las exportaciones rusas son transportadas por ella.

¿Qué os parece? ¿Os animáis a atravesar Rusia en tren?

¡Siempre con la compañía de unas sidras Maeloc y su filosofía #doityourway