A muchos nos gusta, casi siempre, hacer las cosas a nuestra manera. A priori se nos pueden ocurrir distintas formas de ejecutarlas pero… siendo realistas, luego no hay tantas…

A muchos nos gusta, casi siempre, hacer las cosas a nuestra manera. A priori se nos pueden ocurrir distintas formas de ejecutarlas pero… siendo realistas, luego no hay tantas…

Eso ocurre a las personas que se deciden a seguir el camino del peregrino; el de Santiago…

Si dejamos volar la imaginación, podemos incluso llegar a vernos -como si de Fray Perico y su borrico se tratase- cabalgando a lomos de un noble rucio encarando la dirección a Santiago de Compostela… Pero no hay que irse muy lejos para darse cuenta de que si se quiere, se puede. A caballo, a pie, en bicicleta y como no, encima de un burro. La cuestión es hacerlo a tu manera; nuestro ‘Do it your way’.

Eso sí, hacerlo como cada uno quiera pero teniendo en cuenta una serie de premisas. Hoy hablaremos de algunas que hay que apuntar si decides hacer el Camino de Santiago a caballo (o burro):

– Si no eres de los que te gusta la aventura, no estaría mal que antes de iniciar la ruta hayáis establecido la duración de las jornadas y las posibles paradas, más que nada para aseguraos de que no solo vosotros, sino también vuestro corcel tiene donde dormir. Pero no es lo único ya que el burrito o el caballo también necesita ‘gasolina’; comida que tendréis que ir dejando, en la ruta previa en coche, para que vuestro inseparable amigo tenga las fuerzas suficientes para llegar a Santiago.

– Más vale prevenir que curar, por eso también es necesario llevar al animal asegurado. Recordad que iréis en muchos tramos por autovía y que, al no ser lo común, a la llegada a las distintas localidades los caballos levantarán una gran expectación viéndose rodeados de muchos y curiosos peregrinos.

– No es un coche, pero como es lógico, el animalito también necesita su mantenimiento. Especial mención a la revisión de herrajes, colocación del equipo en el animal así como, durante la jornada, ir especialmente pendiente de cualquier inconveniente que nuestro amigo de cuatro patas pueda tener…

Solo son unos consejos para hacer de El Camino de Santiago a caballo, burro o similar una maravillosa e inolvidable experiencia, el resto lo ponéis vosotros: Caballos o burros, varios amigos y… ¡varias sidras Maeloc para brindar por el buen hacer al final de cada jornada..!
Tags: